El orden, la sobriedad y la luz natural adquieren especial importancia en esta corriente oriental que busca transmitir buenas vibraciones en cada rincón del hogar.
La decoración que se enmarca dentro de este estilo está basada en la madera, las tonalidades cálidas, los textiles naturales como el lino o las plantas.
Ahora que las casas se han convertido en oficinas, colegios, gimnasios o centros de lectura y que en ellas se pasan muchas más horas que antes, es importante encontrar la paz con uno mismo y con el entorno del que forma parte. Convivir y conciliar son dos verbos, dos acciones, algo complejas cuando se producen en época de confinamiento.
Por eso es muy importante el bienestar en el hogar a través de la luz natural, el orden, la serenidad, los colores tierra, los aromas y la vegetación. Algunos de los elementos que definen la filosofía Feng Shui, aquella corriente oriental que busca armonizar el espacio a través de los objetos que lo conforman.
Su defensa de la simplicidad y el minimalismo adquiere aquí una carga más emocional que el Japandi, un estilo que combina el minimalismo japonés con la sensibilidad escandinava.
Si uno se remonta a la raíz de esta expresión, el concepto “feng” hace referencia al viento y “shui” al agua. Por eso esta filosofía busca trasladar la energía positiva de el agua, el fuego o la tierra a cada rincón del hogar.
Sin embargo, los conceptos básicos y más prácticos del Feng Shui para el hogar hacen referencia a la distribución interna y las líneas de fuerza. Aquí es determinante la noción de qi (chi), aquella energía vital que transmiten los objetos.
De este principio, por ejemplo, se recomienda la colocación en diagonal de la cama con respecto a la puerta del dormitorio.
Otras “normas” básicas del Feng Shui recomiendan que la puerta de entrada a la casa se abra hacia adentro o que la parte posterior de la vivienda sea más alta que la delantera. Entender los principios del feng shui es la primera lección para lograr la armonía en los espacios.
Potenciar la luz natural, pintar las estancias principales con tonalidades sobrias y vibrantes, colocar plantas naturales en las zonas comunes (salón o el recibidor), combinar muebles antiguos con aquellos más nuevos o escoger textiles ligeros son algunas de las claves para atraer las buenas vibraciones.
Dado que el orden y la limpieza son dos principios básicos en el Feng Shui, aconsejamos que se deshaga de todo aquello que no utilice con frecuencia y que vacíe todos aquellos cajones, armarios y estanterías de objetos innecesarios. Se trata de que la energía fluya sin ningún impedimento.
Ese equilibrio armónico cobra especial importancia en el recibidor. Por eso es necesario que entre luz natural del exterior y que en él coloque velas aromáticas, flores o alguna pieza de arte que mejore su bienestar.
Contar con grandes ventanales y ventilar el espacio frecuentemente es fundamental para tener un salón armónico. Sustituir las tradicionales cortinas por estores, pintar las paredes o muebles de beige, blanco o gris claro o colocar el sofá en forma de “L”, son algunas de las claves para activar el chi en su hogar.
Dentro de esta filosofía oriental, el agua es el símbolo del progreso y la unidad. Por eso en el baño la tapa del inodoro debe estar siempre bajada y los utensilios se colocarán de manera ordenada en cestas, toalleros, cuencos o baldas.
El espejo del baño se ubicará en la zona del lavabo y en él se proyectará gran parte de nuestra energía. Si tiene una ventana dentro del baño, le aconsejamos dejarla libre y abrirla siempre que pueda. Si no fuera así, tendrá que incorporar focos halógenos en el techo para que la luz incida en todo el espacio de manera igualitaria.
Para lograr esa conexión con la naturaleza, le recomendamos emplear tonalidades frías y sobrias como el azul, el verde, el beige o marrón para combinarlas con estructuras de madera o cerámica.
Algo contrario a lo que debe tener un dormitorio, donde no se recomienda colocar ningún espejo o dispositivo electrónico. El punto más importante de esta habitación se encuentra en el cabecero, que deberá alejarse de la puerta de acceso y guardar relación con los colores de la habitación. La escala cromática que puede utilizar pasa por el malva, el lila, el blanco roto, el gris o el rosa palo.
Los grandes armarios, las lámparas colgantes, las sábanas de lino o algodón son algunos de los recursos que le permitirán tener un espacio totalmente Feng Shui.
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