A.M.A. Estudio de Arquitectura nos trae una de las aplicaciones más llamativas que hemos podido ver últimamente de la mano de Krion®, en el Mercado de San Agustín de la ciudad española de Toledo. Un proyecto en el que diseño, arte y tradición se fusionan para ofrecer showcookings en directo, catas de vino y degustaciones de productos típicos en un entorno histórico, donde la rehabilitación de dos edificios tradicionales ha dado paso a este templo gourmet.
El hallazgo de unos restos medievales en el sótano de una típica vivienda toledana, se ha integrado en este proyecto, transformando unos antiguos aljibes en una cava de vinos y zona de tapas. Baldosas hidráulicas recuperadas de la propia construcción de principios del siglo XX adornan las paredes del mercado junto a elementos decorativos de vanguardia como un jardín vertical y, frente a éste, una celosía de Krion® que recorre el local verticalmente. Un mestizaje decorativo que define las señas de identidad de este espacio comercial de 1.400 metros cuadrados.
Con una longitud de 15 metros de altura, una pared de Krion® Snow 1100 sin juntas recorre las cinco plantas del Mercado de San Agustín ocultando en su interior el ascensor. La superficie, realizada por Mármoles Ruedas, se ha mecanizado con motivos que recuerdan a las celosías que se instalaban tradicionalmente en las ventanas para observar el exterior sin ser visto. Para conseguir un efecto más sugerente, se ha optado por un tipo de compacto mineral traslúcido que deja pasar la luz cuando el ascensor está en funcionamiento, algo posible gracias a la baja pigmentación del modelo de solid surface escogido.
Los responsables del proyecto también apostaron por el compacto mineral de PORCELANOSA Grupo para la creación de algunas barras y vinotecas del mercado realizadas por la empresa Encidecor y definidas por diseños angulosos y asimetrías, consiguiendo un ambiente moderno lleno de contrastes, donde los productos se convierten en protagonistas.
Colaboraciones con solera
El proyecto se ha realizado con el asesoramiento del conocido cocinero Pepe Rodríguez, ganador del Premio Nacional de Gastronomía 2010. Por su parte, el colectivo Boa Mistura ha puesto su toque artístico en la terraza del edificio, con un mural de formas geométricas pintado con vivos colores, en el que se puede leer la palabra Aire. Un toque fresco y actual que contrasta con la fachada original del edificio, que se ha conservado para mantener intacto el halo de misterio que envuelve el casco histórico de la ciudad toledana.