mayo 24, 2021
La multinacional cerámica repuebla una parcela forestal de 8 hectáreas con pino carrasco para frenar los procesos erosivos activos en el área de actuación y crear sumideros de carbono.
Con el objetivo de proteger la fauna autóctona y el ecosistema en Crivillén (Teruel), Porcelanosa ha culminado la primera fase de la repoblación forestal de la Mina Portomé con la plantación de 10.400 ejemplares de pino carrasco.
Queremos crear un bosque permanente y estable con capacidad de regeneración en el tiempo.
En las 8 hectáreas que tiene esta zona mineral, la multinacional cerámica ha creado una nueva cubierta vegetal arbórea con la fijación de carbono, el mantenimiento de suelos, la retención de agua o la reducción del impacto paisajístico como objetivos principales. “Con los trabajos de reforestación y mantenimiento de la plantación queremos crear un bosque permanente y estable con capacidad de regeneración en el tiempo. De esta manera lograríamos promover la fijación de carbono, frenar los procesos erosivos activos y mejorar los valores naturales y paisajísticos de la comarca integrando a la población en la gestión de los montes con una actividad económica ligada a los espacios medioambientales”, explican desde el dpto. Calidad y Medio Ambiente de PORCELANOSA, encargados de la supervisión de la actuación.
Una acción de carácter sostenible que estima absorber 1.664 toneladas de CO2 y cumple a su vez con los criterios establecidos por el Registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción fijado por el Ministerio de Transición Ecológica desde el año 2014.
La selección del pino carrasco se ha realizado teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales:
Dado que es una especie que crece rápido en las laderas de solana de los montes, estos árboles mantienen unas características fenotípicas y genotípicas semejantes a las de las especies silvestres del entorno y corrigen los fenómenos erosivos del territorio. “La densidad de esta repoblación vegetal es de 1.300 árboles por hectárea. En ella hemos iniciado una campaña de plantación fija en los meses de noviembre y diciembre que se podría prolongar si las condiciones meteorológicas fueran favorables”, matizan desde la compañía.
Integrantes del departamento de sostenibilidad de PORCELANOSA
Proyección a 40 años vista
La colocación del pino carrasco y su capacidad de limitar el CO2 tiene una proyección a 40 años vista. Periodo en el que se estima que cada árbol absorba una cantidad de 160 kg de CO2 hasta llegar a las 1.664 toneladas totales. “El mantenimiento y conservación se concentrará en los primeros dos años desde la plantación con reposiciones de marras, regadíos y limpiezas de matorrales hasta el crecimiento completo de cada árbol en ayuda a la prevención de los incendios forestales”, señalan desde PORCELANOSA Grupo.
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