octubre 16, 2020 | Updated: marzo 8, 2022
A orillas del canal Singel se encuentra este alojamiento de cuatro estrellas en el que el interiorismo romántico se entremezcla con la decoración más minimalista a través de las colecciones Premium de PORCELANOSA.
Fundado por María Flieger-Gruyters tras la Segunda Guerra Mundial y regentado por su nieta Esther, Hotel Estheréa se ha consolidado como uno de los alojamientos más exclusivos de Ámsterdam.
Aunque en un primer momento dicho establecimiento tuviera la categoría de pensión y solo contara con 12 habitaciones, poco a poco sus instalaciones y servicios se fueron ampliando hasta convertirse en el resort de cuatro estrellas actual.
Este hotel boutique de 91 habitaciones y dos suites ofrece unas maravillosas vistas al canal Singel y cuenta con todo tipo de facilidades para el cliente (biblioteca, bar, sala de reuniones, gimnasio y alquiler de bicicletas). Dada su singularidad y perfecta conservación (el edificio data del siglo XVII), la UNESCO lo declaró Patrimonio Mundial en 2010 y en su interior aún se mantienen los elementos originales que definen la arquitectura tradicional holandesa.
En ese proceso de rehabilitación ha jugado un papel fundamental PORCELANOSA Grupo, cuyas colecciones Premium dan forma a las salas y habitaciones de este edificio y unifican la decoración más clásica con aquella más vanguardista. Así, las lámparas de araña y las estructuras de madera noble cohabitan con textiles estampados, plantas, figuras de bronce o muebles geométricos de hierro y vidrio.
Un viaje a través del tiempo que comienza en el lobby y continúa en el restaurante. Dos de las estancias más auténticas y coloridas de este hotel donde los sofás aterciopelados verdes, las paredes azul Klein, la iluminación de época y los cuadros con motivos vegetales quedan en perfecta armonía con el compacto mineral sinterizado XTONE. Inspirado en el mármol natural, este material pavimenta ambas zonas y otorga una mayor continuidad a cada espacio por sus grandes dimensiones, sus juntas imperceptibles y su brillo natural.
Una colección que también reviste los baños de cada habitación. En ellas se reinterpreta el romanticismo holandés con los mosaicos metalizados Gravity Aluminium Hexagon Gold de L’Antic Colonial, los lavabos de porcelana circular dorados, los espejos geométricos y las lámparas de tela blanca. Una combinación de elementos que enriquece el relato histórico y artístico de este hotel.
Fotografía: PP4.0
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