El patrimonio cultural de México se concentra en el Hotel Grand Fiesta Americana Oaxaca
Con una mirada amplia hacia el pasado indígena y el futuro de la arquitectura de Oaxaca, este resort de 144 habitaciones fusiona tradición y vanguardia con las colecciones Premium de Porcelanosa.
Testigo de su pasado indígena e hijo de la nueva arquitectura mexicana, el hotel Grand Fiesta Americana Oaxaca reúne en su interior gran parte del patrimonio histórico de Oaxaca fusionando los materiales autóctonos del país con las colecciones de PORCELANOSA Grupo.
Ese ha sido el estilo que ha defendido el estudio Tres Más Dos Arquitectos con un diseño aperturista de rocallaque busca la luz natural mediante formas geométricas, mosaicos, muebles de madera noble, zonas verdesy texturas naturales.
Con 144 habitaciones, spa, gimnasio, restaurantes y piscina, el interiorismo de este hotelune la decoración tradicional oxacacon aquella más vanguardista a través de pavimentoscomo el Boston Stone y Teide Stone (Porcelanosa) Dos colecciones que otorgan mayor resistencia a las zonas comunes y se mimetizan con el paisaje gracias a su superficie pétrea y suave.
Esa estética también está presente en las habitaciones, donde el pavimentocerámico Ceppo Acero que simula el terrazose combina con sillones de estilo nórdico, lámparas colgantes de hierro o robustos armarios correderos que se unen al baño. Su estructura abierta se ha revestido con el compacto mineral sinterizado XTONEy contrasta con el pavimento Avenue White Texture, que ha contado con las soluciones técnicas de Butech.
En los baños de las habitaciones se han incluido los inodoros NK One de Noken,la grifería monomandocaño alto o el lavabo Forma de Noken.
En los baños públicos del hotel también se han incluido varios productos de Noken como el inodoro Urban C independiente con válvula de descarga Ir.
Una piscina convertida en oasis
La piscina interior del hotel es el mejor ejemplo de esa fusión entre la cultura oaxaqueña y la modernidad arquitectónica. Así, las tumbonas de madera natural y los asientos de mimbre se complementan con un revestimiento grisáceo con relieve que equilibra ese juego cromático entre marrones, azules y verdes.