diciembre 23, 2021
Icono de aquella Barcelona industrial que rompía con su pasado histórico y cultural desde las vanguardias artísticas como el racionalismo o el surrealismo, este edificio fue la última gran obra del arquitecto Josep Goday (1882-1936), máximo representante del Novecentismo catalán que se asienta con la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.
Situado en la zona del Ensanche y a escasos metros de La Casa Milà (La Pedrera) y la Plaza de Cataluña, esta monumental construcción de inicios del siglo XX se ha reconvertido en un bloque de apartamentos turísticos (8 Sides) con el interiorismo de Pia Capdevila y las colecciones naturales de PORCELANOSA.
Una revisión del Art Decó desde el eclecticismo
8 Sides aún mantiene la estructura original del Art Decó tardío que ideó Goday, pero la actualiza con una decoración ecléctica basada en tonos neutros (marrones y grises), lámparas redondas y doradas, motivos florales, paredes estucadas, suelos de mármol, alfombras orientales y cerámica. Ese ha sido el reto al que se ha enfrentado Pia Capdevila, que debía conservar el valor histórico del edificio adaptándolo a la actualidad. Algo especialmente complejo en el sótano, que sirvió como refugio antiaéreo durante los bombardeos que se produjeron en la ciudad con el estallido de la Guerra Civil y que se convirtió en el punto central de la reforma.
Para que entrara la luz natural a esta parte se procedió a rehabilitar la fachada posterior y se abrió un canal de comunicación visual por medio de terrazas y patios interiores. En cada uno de sus 29 apartamentos co-living se ha optado por combinar un estilo más neutral con otro más atrevido repleto de azules intensos, grises y blancos, composiciones con mármol en baños y cocinas, mobiliario de madera, griferías simétricas (Noken) o el parquet cerámico Manhattan Cognac de PORCELANOSA, pavimento general de las zonas comunes, las viviendas y el área del coworking. “Lo que se pretende es adecuarse a cualquier tipo de huésped poniendo el foco en crear unas estancias privadas de máxima amplitud visual con identidad propia y una estética muy cuidada”, matiza la interiorista Capdevila.
Diseño para la vida en común
Con 3.200 metros cuadrados y una fachada artística protegida por Patrimonio, este proyecto fomenta la vida en común tanto en las zonas de reunión y trabajo como en el gimnasio, el solárium con piscina, los salones y el Honesty Bar. Entre los elementos originales mejor preservados se encuentran los techos de volta catalana o la escalera principal, que se ha modernizado con una serie de peldaños volados de madera para así acceder a las viviendas particulares y a la última planta. Allí se sitúa la piscina, el solárium con tumbonas y la terraza con asientos para disfrutar de las mejores vistas de Barcelona.
Interiorismo: Pia Capdevila Interiorismo
Fotografía: Jordi Canosa
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